El Liverpool llevaba 68 partidos sin perder en Anfield cuando hace dos semanas perdió contra el Burnley (0-1). Ahora, sin embargo, lleva dos partidos seguidos cayendo en su propio estadio tras la sorpresa que ha dado el Brighton (0-1) contra los ‘reds’ en una nueva jornada de la Premier League. El Liverpool no se encuentra a sí mismo: donde más fuerte era, más vulnerable es ahora. El domingo recibe al Manchester City en su feudo y los de Guardiola están a siete puntos de diferencia con un partido menos. Es el último tren para la Premier League.
El gol de Alzate llegó en la segunda mitad, casi de rebote, rompiendo una estadística que duraba casi tres décadas. El Liverpool no había perdido en los últimos 12 compromisos contra el Brighton entre todas las competiciones (10 victorias, 2 empates). Pero una buena jugada de Trossard le dejó el balón al centrocampista ‘seagull’ y chutó para batir a Kelleher. Sí, han leído bien, a Kelleher. Klopp se encontró con una mala noticia más en defensa. Otra. Sin sus cuatro centrales titulares, todavía faltaba el portero por caer. Por la mañana, Alisson se levantó enfermo y le fue imposible estar disponible en Anfield, de modo que su puesto lo ocupó el joven Kelleher.
Lo intentó el Liverpool sin fortuna. Más de 10 disparos en todo el partido pero apenas uno a portería. La ausencia de Mané, lesionado, se hizo muy pesada. El Brighton aguantó en defensa liderado por un inconmensurable Webster, con Robert Sánchez en la portería y con Bissouma abarcando todo el centro del campo. Una victoria que aleja a los sureños a 10 puntos del descenso.